El disparo de la demanda tras la pandemia, el encarecimiento de la energía y la dificultad de muchas empresas para valorar objetivamente su sistema de aprovisionamiento genera un incremento en los costes de compras, producción y logística que provoca el aumento generalizado de los precios.

Esta situación hace aflorar el riesgo de perder capacidad de ventas y retención de clientes. ¿Cómo afronta tu empresa esta coyuntura? Ahí van algunas ideas:

     1-Generar una estructura de costes. Analizar los costes fijos y variables para reducir aquello que sea discrecional (por ejemplo, el alquiler de un local o la publicidad). Otra opción viable puede ser externalizar parte del proceso productivo.

     2-Mejorar la política de compras, asegurando el panel de proveedores y consolidando la relación con acuerdos a medio plazo, lo que permitirá reducir o estabilizar el incremento en costes de aprovisionamiento.

     3-Negociar y adaptar los plazos de entrega con los clientes. Cuanto mayor es el plazo, más stock de seguridad se precisa. La comunicación con el cliente y optar por medios de transporte más rápidos en picos de demanda contribuye a la competitividad en precios.

Tomar estas medidas evita el impacto directo del aumento de costes en el precio final, al reducir el margen de pérdidas y la caída de las ventas, convirtiendo así una situación de incertidumbre en una oportunidad para generar crecimiento, rentabilidad y consolidación del negocio.

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